Ecuador,-(EFE).- El papa Francisco inició hoy su
último día de estadía en Ecuador con una visita al ancianato "Hermanas
de la Caridad", situado en un valle cercano a Quito, ciudad a la que
llegó el pasado domingo.
Cientos de personas esperaron al papa en las
afueras de la Nunciatura, donde se aloja, para verlo en persona por
última vez y otros más se ubicaron a los costados de las vías por las
que circuló camino a la casa de ancianos, en la localidad de Tumbaco.
Ya en el lugar, Francisco ingresó a una capilla,
estuvo unos minutos en oración silenciosa frente a un crucifijo mientras
en las afueras sus seguidores le pedían bendiciones.
Posteriormente se reunió con los ancianos del
lugar, regentado por seguidoras de la Madre Teresa de Calcuta, donde uno
de ellos le colocó un sombrero como obsequio.
El sumo pontífice se saludó con cada uno de los
ancianos que lo esperaban en un patio, muchos de los cuales estaban
sentados en sillas de ruedas, y posteriormente hizo un breve recorrido
por el lugar.
Antes de salir, Francisco posó para fotografías
con las hermanas de la Caridad, las bendijo y departió con ellas un
cortísimo momento transmitido por televisión en el que se las vio reirse
con soltura tras un comentario del sumo pontífice.
A la salida cargó un niño con el que posó para una
fotografía y bendijo a los presentes, entre ellos, algunas personas con
discapacidad.
El papa viajará hoy a Bolivia, su segunda parada del corto viaje latinoamericano, que incluye también a Paraguay.

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