La esteticista Érika Ordóñez
y su yerno David Jinete se entregaron a las autoridades a las 10:30 p.
m. del pasado domingo, en las instalaciones de la Uri de la Fiscalía de
Barranquilla, ubicada en el centro de la ciudad.
Ambos eran buscados por ser los presuntos responsables de la muerte la joven Angie Mendoza,
de 23 años, la cual se produjo el pasado 25 de septiembre, minutos
después de que fuera abandonada en la sala de urgencias del Hospital
Metropolitano, en grave estado de salud, tras haberse sometido a un
procedimiento estético en los glúteos.
La entrega se registró antes de lo que habían
anunciado los abogados de los implicados, Juan Carlos Balza y Eloy
García Sarmiento, quienes aseguraron en medio de una rueda de prensa que
la entrega sería el martes.
Abogados especialistas en este tipo de casos
aseguran que los implicados deberán responder ante la Fiscalía y un juez
de control de garantías por el delito de homicidio en grado de dolo
eventual.
Según los abogados de los señalados, estos no
estaban escondiéndose, ni huyendo. Solo esperaban a que la Fiscalía
lanzara sus órdenes de captura. Uno de los argumentos fue que la pareja
de defensores siempre estuvo en comunicación con el ente acusador para
ajustarse al procedimiento bajo los amparos de la ley.
Se espera que se programen las audiencias de imputación de cargos y de solicitud de medida de aseguramiento.

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