Banhrein Tropas en vehículos blindados se hicieron con
el control de la capital de Bahréin después de que la policía disparara
perdigones y lanzara gases lacrimógenos para expulsar a los
manifestantes que esperaban emular los que derrocaron a los veteranos
líderes de Egipto y Túnez.
En los peores episodios de violencia en
el archipiélago del Golfo Pérsico desde hace décadas y en una señal del
nerviosismo que siente Arabia Saudí, aliado de la familia real suní de Bahréin Al Jalifa, consciente del descontento en la mayoría chií del país.Tres personas murieron, 231 resultaron heridas y los líderes opositores dijeron que había decenas de detenidos y unos 60 desaparecidos.
"¡Nos están matando!", dijo un manifestante a Reuters.
En Yemen, cuatro manifestantes murieron en el puerto de Aden, que elevan la cifra de muertos a seis desde que arrancaron las protestas hace siete días en el otro extremo de la península arábiga, mientras en África del Norte había informaciones que apuntaban a cinco muertos en nuevos disturbios en Libia.
Un "día de la ira" libio promovido desde las redes sociales el jueves comenzó con pocas señales de actividad, donde seguidores de Muamar Gadafi, en el poder desde hace 42 años, celebraron una manifestación a su favor.
Pero un residente de la ciudad oriental de Bengasi dijo a Reuters que hubo enfrentamientos en la localidad cercana de Al Bayda entre partidarios del Gobierno y familiares de dos jóvenes asesinados durante una protesta el día anterior.
Otro residente de Bengasi dijo a Reuters que al menos cinco personas habían muerto por episodios de violencia en ciudades cercanas, pero era imposible establecer una cifra exacta.
En Irak, una persona murió y 33 resultaron heridas cuando la policía abrió fuego contra manifestantes antigubernamentales en la ciudad de Sulaimaniya, en el norte del país, según fuentes médicas y testigos.
"Cuestiones económicas y temas sociales muy complejos en todo Oriente Próximo y el Norte de África seguirán sirviendo como un fuerza impulsora de más revueltas", dijo el analista de riesgo político Anthony Skinner en el consultora Maplecroft. "Las protestas en Bahréin y Libia reflejan la facilidad con la que las protestas se han propagado por la región".
Estos temores contribuyeron a que el barril de Brent alcanzara un máximo de 104 dólares en un punto de la cotización del jueves, y que fueran un factor en la subida de los precios del oro a máximos de cinco semanas.
No obstante, la ministra de Seguridad británica, Pauline Neville-Jones, dijo en una entrevista que las revueltas de los jóvenes árabes que buscan la libertad era una "enorme oportunidad" para el antiterrorismo occidental porque debilitaban el argumento de Al Qaeda de que la democracia y el islam son incompatibles.
SUICIDO DETONANTE
Han pasado dos meses desde que el joven tunecino Mohamed Bouazizi, desencadenó la oleada de protestas al quemarse a lo bonzo el 17 de diciembre en el exterior de una oficina del gobierno en la deprimida ciudad de Sidi Bouzizi. Con su acción quiso manifestar su frustración por la intensa pobreza, por la corrupción oficial y la brutalidad de la policía.
Desde que el dirigente tunecino entrado en años Zine al-Abidine Ben Ali huyó un mes después, seguido hace una semana por Hosni Mubarak en Egipto, grupos de oposición en una docena o más de países han vivido con la esperanza de que el mundo árabe puede experimentar un "efecto dominó" similar al que barrió a los comunistas del poder en Europa del Este en 1989.
Ricos en petróleo y gas, con unas formidables fuerzas policiales, los gobernantes tienen medios para hacer frente a los desafíos. Sin embargo, la forma en la que fueron depuestos Ben Ali y Mubarak después de que sus respectivos ejércitos se negasen a sofocar las revueltas populares ha dado que pensar a muchos.
Una fuente saudí dijo el jueves que Ben Ali, que se refugió en Arabia Saudí estaba "grave" en un hospital saudí.
Los líderes desde el Golfo Pérsico hasta el Atlántico han anunciado una variedad de medidas para paliar la subida de los precios de los alimentos y del paro, así como reforzar la participación política.
Emiratos Árabes Unidos dijo el jueves que triplicaría el número de personas que pueden ser elegidas para votar por los miembros de un órgano consultor que funciona como una especie de parlamento.
No obstante, líderes de Oriente Próximo también han reforzado la seguridad.
El Ejército de Bahréin, un país de 1,3 millones de personas, emitió una orden advirtiendo a la gente que se mantenga alejada del centro de la capital y dijo que haría lo que fuera necesario para mantener la seguridad.
En la Plaza de la Perla, tiendas de campaña abandonadas, mantas y basura salpicaban el lugar y el olor a gases lacrimógenos flotaba en el aire.
Los helicópteros resonaban en la ciudad, que es un importante centro financiero y base de la Quinta Flota naval de EEUU.

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