Por:Redaccion SANTO DOMINGO, República Dominicana – Era una boda a todo lujo: en un complejo turístico de cinco estrellas, con una lista de 450 invitados, en la playa y un menú que incluía langosta fresca del Caribe.
El único problema fue el mal recuerdo que se llevaron a casa algunos de los asistentes: el cólera.
Los invitados que viajaron hasta desde Massachusetts y Venezuela, regresaron a sus ciudades de origen con la bacteria, aunque nadie falleció a causa de la enfermedad, indicaron las autoridades.
Las autoridades de salud pública confirmaron que 185 venezolanos, tres neoyorquinos, al menos un hombre de Massachusetts, un mexicano y un español dieron positivo en análisis de cólera, enfermedad que ha matado al menos a 4.130 personas en Haití, donde comenzó el brote.
El incidente alarmó a toda el país y las autoridades tomaron medidas para asegurarse de que la reputación de la industria turística de la República Dominicana, que es vital para la economía de la nación, no se viera perjudicada. Las noticias salieron a la luz al tiempo que el país entraba en la temporada alta para el turismo, periodo que dura unos cuatro meses.
El tuismo es el mayor sector individual de la economía dominicana, con ingresos anuales de más de US$4.000 millones.
Las autoridades reaccionaron con rapidez para erradicar la idea de que los visitantes podrían correr el riesgo de contraer el cólera, que se contagia por agua y alimentos contaminados.
El Dr. Bautista Rojas Gómez, Ministro de Salud Pública de la República Dominicana, dijo que los países que compiten con el suyo por la industria del turismo estaban utilizando el cólera para dañar la reputación de la República Dominicana.
“Como nación debemos luchar por salvar nuestra economía, que es básicamente el turismo”, declaró en una conferencia de prensa. El Ministerio de Salud Pública “está trabajando con los hoteleros del país y nosotros certificamos que los alimentos se manejen correctamente”.
Rojas Gómez mencionó que el incidente se produjo con langosta pescada en la costa del sudoeste, cerca de la frontera con Haití. Algunos grupos ambientales han cuestionado este comentario, indicando que la langosta caribeña no tiene probabilidades de transportar la bacteria.
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